Wednesday, August 29, 2012

Árbol de la desesperanza




Árbol de la desesperanza,
creces como semilla maligna 1
dentro de mi pensamiento
Te podo cada día pero no puedo matarte,
asomo los ojos al mundo
y te abonas con lo que miro
 
Quisiera a veces ignorarte
pero siempre estás allí
punzando la calma 2
con tus crecientes y espinosas ramas
 
Maleza de múltiples vertientes 3
que si te brindo el descuido
terminarás por arroparme.
 

1 Semilla maligna el que alimenta con su ego sus raíces y siembra el odio para recoger frutos amargos con los que nutre  el resentimiento.

2 La calma, tejido sutil de arácnidos hilos que se rompe con la menor desavenencia y que intentamos rehacer nuevamente para rozar un poco la paz.

3  Múltiples vertientes crecen en mi pensamiento como un flujo de recuerdos que abre cauces en la memoria y desemboca en el delta de mis sueños, aún cuando permanezco en la vigilia.


Saturday, April 14, 2012

Grafismos del mar de fondo

Cuando el mar arrastra con la fuerza de su oleaje lo que habita o yace en el fondo de las aguas, emergen a la luz del día carcomidos escombros, sedimentos desplazados desde la lejanía,  algas como pelambre de sirenas olvidadas, peces sorprendidos por el despertar de las aguas apacibles, brillantes conchas nacaradas de moluscos. Y en el reventar de las olas todos los elementos se entremezclan en la vorágine: algunos son expulsados hasta las orillas y otros retornan a las aguas para seguir habitando las profundidades, donde la vida cada día se reinventa. Quedan dispersos sobre la arena los grafismos dibujados por la naturaleza como testimonio de su fuerza, de su grandeza y de sus misterios. De manera similar, en los dibujos de Jesús Ovalles, bien sea por el oleaje del recuerdo o por la afinidad biográfica con las costas orientales de Venezuela, desembocan los mismos elementos sobre papeles, láminas de madera, cartones o lienzos, que nacen desde el borde del carboncillo, desde la afilada punta del lápiz o las húmedas cerdas del pincel. Pero no sólo emergen desde los materiales en sí mismo,  ni de la técnica de dibujo  cultivada con años de experiencia artística y docente, si no que también parecen florecer desde un vínculo nostálgico, como canción hecha por curvas de grafito que sobresalen de sombras y trazos zigzagueantes. Peces de ojos sorprendidos o sugeridos crustáceos, enteros o seccionados por otros elementos como astillas o listones de madera moldeada por el salitre, hierbas, restos de olvidados y lejanos naufragios, preservadas hojas y flores, lirios dragados desde los ríos,  ramajes completos que se fragmentan y pueden aparecer con otro orden en una nueva pieza como si se tratase del mismo juego aleatorio con el que la naturaleza decora las arenas después de un mar de fondo. Otras formas menos verosímiles como agujeros uniformes en la piel, protuberancias circulares, puntadas zurcidas, cortes geométricos o elementos más abstractos complementan y enriquecen el conjunto de las obras.  En estos dibujos de Jesús Ovalles el oleaje de los recuerdos se retira en resaca y deja grabado en el plano el grafismo de su voluntad creadora.    
William Guaregua

Houston, 14 de Enero del 2012.